El dólar blue, la cotización informal de la divisa estadounidense en Argentina, ha marcado un nuevo récord histórico al alcanzar los $1.430 para la venta en las casas de cambio de Buenos Aires. Este aumento significativo representa una brecha del 50% respecto al dólar oficial del Banco Nación, reflejando la creciente presión sobre la moneda local y la incertidumbre económica que enfrenta el país.

Desde la asunción del presidente Javier Milei el 10 de diciembre, el dólar blue ha experimentado un aumento de $435, evidenciando la volatilidad del mercado cambiario en los primeros meses de su administración. Mientras tanto, otras cotizaciones como el dólar MEP y el Contado con Liquidación (CCL) también han mostrado incrementos significativos, cotizando alrededor de los $1.428, lo que representa un aumento acumulado de más del 40% en lo que va del año.

Los expertos económicos atribuyen esta tendencia alcista a diversos factores, incluyendo la disminución de los flujos de dólares hacia el país y la incertidumbre sobre las medidas económicas del gobierno. El economista Juan Manuel Franco señala que la mirada estará puesta tanto en los flujos de divisas como en los detalles de las políticas anunciadas, especialmente en relación con las tasas de interés del sistema financiero.

En el mercado oficial, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantiene sus esfuerzos por estabilizar la situación, reportando compras de USD 2 millones en el mercado de cambios en la última jornada. Desde diciembre de 2023, el BCRA acumula compras por USD 17.214 millones, buscando fortalecer las reservas internacionales y contener la presión sobre el tipo de cambio.

Mirando hacia el futuro, algunos analistas proyectan que el dólar mayorista podría alcanzar los $2.616,4 para finales de 2024, lo que implicaría un aumento del 223% en comparación con los niveles actuales. Esta perspectiva sugiere que la economía argentina continuará enfrentando desafíos significativos en términos de estabilidad cambiaria e inflación en los próximos meses, requiriendo una atención económica y políticas efectivas para mitigar los impactos negativos en la población.