La tranquila provincia de Corrientes se ha visto sacudida por la misteriosa desaparición del pequeño Loan Danilo Peña, de 7 años, ocurrida el 13 de junio tras una visita familiar. Lo que inicialmente se reportó como un accidente se ha convertido en un caso complejo que involucra a personas en posiciones de autoridad, incluyendo un ex capitán de navegación y una funcionaria municipal.

Las investigaciones lideradas por los fiscales Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo han desmentido la versión inicial. Los perros rastreadores no encontraron rastros de Loan fuera de la casa de su abuela, sugiriendo que salió en un vehículo. Esta evidencia contradice la historia de que se perdió buscando naranjas, levantando sospechas sobre la veracidad de los testimonios iniciales.

Pruebas forenses han sido cruciales en el caso. Se encontraron células epiteliales y gotas de sangre en los vehículos de Carlos Pérez y María Victoria Caillava, indicando la presencia de Loan. Estas evidencias llevaron a la detención de la pareja, junto con el comisario Walter Maciel, sospechoso de obstruir la justicia manipulando pruebas.

La hipótesis principal manejada por la fiscalía es alarmante: se sospecha que Loan pudo haber sido víctima de una red de tráfico de niños para adopciones ilegales. Esta posibilidad ha generado conmoción en la sociedad argentina, cuestionando la seguridad de los menores y la integridad de las instituciones.

Mientras la investigación continúa en secreto, la esperanza de encontrar a Loan con vida persiste. El caso ha captado la atención nacional, no solo por la gravedad del crimen sino también por la posible implicación de varios familiares y autoridades. Esta situación subraya la urgente necesidad de reforzar los sistemas de protección infantil y depurar las instituciones de elementos corruptos.