La voz de Emilia resuena con angustia e indignación al denunciar la situación crítica que enfrenta su padre, un salteño diagnosticado con cáncer. Desde hace diez meses, él ha estado luchando contra esta enfermedad implacable, pero la falta de acceso a los medicamentos necesarios para la quimioterapia ha puesto en peligro su tratamiento.

 Según relata Emilia, su padre se encuentra bajo el cuidado de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), dependiente de la Nación. Sin embargo, desde el 7 de mayo, no ha podido recibir su dosis programada de quimioterapia debido a la escasez de medicamentos, específicamente el fármaco Pembrolizumab.

La indignación crece al saber que otros pacientes sí han recibido esta misma medicación, mientras que a su padre se le niega el acceso. Las excusas desde el hospital del Milagro, donde se encuentra el Banco Oncológico, son insostenibles: afirman que el medicamento ha llegado, pero permanece en "auditoría" y no pueden dispensarlo.

Emilia expresa su bronca y sospecha de favoritismo injusto en la distribución de los medicamentos. Ha sido testigo de cómo algunos pacientes logran "guardarse" las dosis, mientras que su padre y otros quedan desatendidos, poniendo en riesgo su vida y su lucha contra el cáncer.