En una pequeña ciudad donde los lazos familiares eran como un intrincado tapiz, un incidente sorprendente sacudió la tranquilidad imperante. Emilio Fayón, quien había estado al frente de la Panadería Social durante la administración de su prima Bettina Romero, se encontró repentinamente en el ojo de la tormenta.

Un allanamiento en su finca el pasado viernes reveló un secreto inquietante: Fayón había estado almacenando mercadería destinada a uso social, como sillas ortopédicas, calzados y ventanas, generando un escándalo de proporciones épicas. Este descubrimiento no solo lo llevó a él a ser imputado, sino que también arrastró a Silvia Varg, otra ex funcionaria, en el torbellino judicial.

Pero el drama no terminó ahí. Se reveló que Fayón trabajaba como asesor de su tío, el senador Juan Carlos Romero, lo que añadió una capa más de complejidad a esta trama familiar. Su nombre figuraba inicialmente en la lista del personal del Senado como uno de los 26 asesores pagos, con el cargo A9.

Sin embargo, en un giro inesperado, el senador Romero se vio obligado a tomar medidas drásticas. A media mañana de la jornada de ayer, el nombre de Fayón aún se encontraba en el sitio web del Senado como parte del listado de asesores. Pero pasado el mediodía, todo cambió. En un acto de distanciamiento, Fayón fue removido de la nómina, dejando solo capturas de pantalla como evidencia de su efímera estadía en el cargo.