Un escándalo internacional está sacudiendo la frontera entre Argentina y Bolivia. Productores bolivianos han sido acusados ??de invadir territorio argentino en la provincia de Salta para cosechar ilegalmente caña de azúcar. La situación ha puesto de evidente la falta de controles fronterizos y ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países.

Según informes recientes, más de 2.500 hectáreas de selvas ribereñas en General Mosconi, Salta, han sido desmontadas por productores bolivianos. Se estima que unas 150.000 toneladas de caña de azúcar están siendo contrabandeadas a Bolivia, específicamente a la planta de IABSA, un ingenio azucarero en Bermejo. La comunidad ava guaraní y los productores locales han denunciado repetidamente estas actividades ilegales, pero hasta ahora las autoridades argentinas no han tomado medidas efectivas.

 La situación se complica aún más por la aparente inacción de la Cancillería argentina frente a estas violaciones de soberanía. En contraste, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia ha intervenido en el asunto, aunque de una manera inesperada. En respuesta a una denuncia presentada por Horacio Cruz Castro, uno de los presuntos líderes de la invasión, la Cancillería boliviana confirmó que las coordenadas en disputa se encuentran, de hecho, en territorio argentino, desestimando las afirmaciones de Cruz Castro sobre la propiedad de una supuesta "Isla Valle Dorado" en suelo boliviano.

 Este conflicto tiene raíces profundas que se remontan a 1994, cuando se denunció por primera vez la remoción ilegal de mojones fronterizos. A pesar de algunos operativos realizados por las autoridades argentinas en el pasado, como el de 2014 que descubrieron trabajadores indocumentados y contrabando de caña, el problema ha persistido y se ha agravado con el tiempo. La falta de una respuesta consistente y efectiva por parte de las autoridades argentinas ha permitido que la situación escale hasta el punto actual.

Este caso pone el foco en la complejidad de los conflictos fronterizos en América Latina y la necesidad de una mayor cooperación internacional para abordar problemas como el contrabando y la explotación ilegal de recursos naturales. También subraya la importancia de proteger los derechos de las comunidades indígenas, como los ava guaraní, que se encuentran atrapados en medio de estas disputas territoriales y económicas.