Este miércoles, la Justicia resolvió un caso que conmocionó a la comunidad: un kiosquero fue condenado a tres años de prisión condicional y al pago de $1 millón por abusar sexualmente de una menor. Los hechos, que comenzaron cuando la niña tenía solo 9 años, se extendieron hasta que cumplió 12, momento en el que decidió romper el silencio y denunciar los abusos. El hombre aprovechaba las visitas de la menor a su kiosco y las ocasiones en que ella jugaba con sus nietas para cometer los delitos.
La fiscal Luján Sodero Calvet, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia celebrada ante el Juzgado de Garantías 8, a cargo de Claudia Puertas. El acusado fue declarado culpable de "abuso simple reiterado", un delito que dejó profundas secuelas en la víctima. La condena incluye no solo la prisión condicional, sino también una reparación económica destinada a ayudar en la recuperación de la menor.
La intervención de la Fiscalía comenzó en noviembre de 2024, luego de que la Asesora de Incapaces 10 recibiera una denuncia a través de un establecimiento educativo. La niña, quien había sido víctima de abusos desde los 9 años, encontró el valor de contar lo que sucedía, lo que permitió iniciar el proceso judicial. Este caso destaca la importancia de que las instituciones educativas y las autoridades trabajen en conjunto para proteger a los menores y garantizar que los culpables enfrenten las consecuencias de sus actos.