El gobernador Gustavo Sáenz decidió intervenir el Instituto Provincial de Salud (IPS) de Salta, tras acumular deudas millonarias que tienen a los prestadores médicos al borde del colapso. El decreto, firmado con urgencia, busca poner orden en un caos financiero que ya había sido "parcheado" en enero, pero que, como un resfriado mal curado, volvió con más fuerza. ¿El diagnóstico? Falta de pago a proveedores y servicios médicos suspendidos. ¿El tratamiento? Una intervención de emergencia.
La doctora Gladis Sánchez, quien dirigía el IPS, fue relevada de su cargo y reemplazada por Emilio Savoy, exsecretario de Hacienda y exauditor. Savoy, conocido por su experiencia en números (y en apagar incendios financieros), tendrá la difícil tarea de sanear las cuentas de un organismo que atiende a 270.000 afiliados, el 70% de los pacientes de la provincia.
La decisión no cayó del cielo. Fue el resultado de una reunión urgente entre el gobernador y su gabinete, donde participaron los ministros de Salud, Economía e Infraestructura. Todos coincidieron en que la intervención era la única salida, aunque algunos afiliados ya están preguntándose si esto no es más que un "parche" temporal. Después de todo, en enero ya hubo una intervención financiera, y aquí estamos, de nuevo.
