El municipio de Orán sigue los pasos de Capital y prohíbe la circulación de vehículos con caños de escape alterados. La medida, que aplica tanto para motos como para autos, exige que los escapes sean originales o no superen los 60 decibeles. El objetivo es reducir la contaminación acústica y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
Multas y requisitos estrictos para los infractores
Quienes incumplan la normativa no solo enfrentarán multas, sino que también deberán instalar un escape homologado en el taller municipal, con costos asumidos por el infractor. Además, para recuperar el vehículo, será obligatorio presentar seguro y licencia de conducir vigentes. Las autoridades buscan concientizar sobre el impacto negativo de estas modificaciones en el medio ambiente y la convivencia ciudadana.
Esta iniciativa podría marcar el inicio de una ola de regulaciones similares en otras ciudades. Expertos advierten que, sin medidas firmes, el problema del ruido y la contaminación seguirá en aumento.
