Con un discurso cargado de críticas al presidente Javier Milei, el gobernador Axel Kicillof inauguró el 153° período ordinario de sesiones de la Legislatura bonaerense. Desde el inicio, Kicillof rechazó los pedidos de renuncia e intervención provincial formulados por Milei en redes sociales, calificándolos de "improvisación y prepotencia". "No voy a permitir que el destino de los bonaerenses quede librado al resentimiento de un Presidente que no respeta la democracia", afirmó, marcando una clara línea divisoria entre ambas gestiones.
La seguridad ocupó un lugar central en su discurso, especialmente tras el asesinato de Kim Gómez, la niña de 7 años asesinada en La Plata por dos adolescentes. Kicillof condenó la explotación política del dolor: "Mientras la familia ni siquiera había podido despedirse, algunos dirigentes buscaron sacar ventaja electoral. Son caranchos, una política carroñera que se alimenta del dolor". El gobernador enfatizó la necesidad de abordar la inseguridad sin instrumentalizarla.
Kicillof también arremetió contra Milei por su rol como "panelista de televisión" y lo responsabilizó por el avance del narcotráfico: "El Presidente es el principal responsable de que la droga entre a nuestras ciudades y barrios". Además, criticó la falta de transferencia de $750.000 millones por parte del Gobierno nacional, fondos que, según él, son cruciales para atender las necesidades de la provincia.
Con un tono combativo, Kicillof cerró su intervención reafirmando su compromiso con los bonaerenses y deslizando una advertencia: "No nos van a distraer con peleas ficticias. Seguiremos trabajando para defender a nuestra gente". El mensaje dejó en claro que la tensión entre Nación y Provincia seguirá marcando la agenda política.