En un giro inesperado, el diputado nacional Esteban Paulón ha presentado un proyecto de ley que busca eliminar una de las tradiciones más peculiares de Argentina: el padrinazgo presidencial del séptimo hijo. Esta práctica, que se remonta a principios del siglo XX, tiene sus raíces en antiguas creencias europeas sobre el "lobizón", un ser mitológico similar al hombre lobo.

La ley actual, que se aplica tanto a varones como a mujeres, ha resultado en aproximadamente 11,000 ahijados presidenciales activos en el país. Paulón argumenta que esta legislación es anticuada y carece de sentido en la sociedad moderna, enfatizando la necesidad de modernizar las leyes para eliminar distinciones innecesarias.

Curiosamente, Argentina y Paraguay son los únicos países sudamericanos que mantienen esta tradición. La práctica comenzó oficialmente en 1907 con el presidente José Figueroa Alcorta, aunque no fue hasta 1974, durante el gobierno de Isabel Perón, que se convirtió en ley. Posteriormente, Cristina Kirchner amplió la legislación para incluir a las niñas.

El proyecto de Paulón no solo busca derogar esta ley, sino que también forma parte de un esfuerzo más amplio por modernizar la legislación argentina. El diputado ha presentado más de 250 proyectos diversos, muchos de ellos enfocados en temas relevantes para su provincia.

Aunque el impacto financiero de esta ley en términos de becas y otros beneficios no es significativo para el Estado, su derogación representaría un paso simbólico hacia la modernización y la eliminación de tradiciones basadas en supersticiones. El debate promete ser breve pero significativo, marcando potencialmente el fin de una era en la historia cultural argentina.