La provincia de Salta ha establecido un precedente revolucionario en la gestión sanitaria argentina al implementar el cobro de atención médica a extranjeros no residentes. Esta medida, impulsada por el gobernador Gustavo Sáenz, ha logrado una reducción dramática del 95% en la atención a pacientes extranjeros, especialmente en lo referente a los llamados "tours sanitarios" provenientes de países vecinos.
Los resultados financieros han sido contundentes: solo el Hospital San Vicente de Paul en Orán registró un ahorro de 2.300 millones de pesos, mientras que el Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal experimentó una disminución del 67% en la asistencia a extranjeros. Estos fondos no han quedado ociosos, sino que se han reinvertido estratégicamente en el sistema de salud provincial.
La optimización de recursos ha permitido una inversión significativa en infraestructura sanitaria, destacándose la adquisición de 34 nuevas ambulancias para fortalecer la capacidad de respuesta del sistema de salud salteño. Esta transformación ha llamado la atención del presidente Javier Milei, quien contempla expandir este modelo a escala nacional.
El éxito del modelo salteño ha abierto un importante debate sobre la reciprocidad sanitaria y el uso eficiente de recursos públicos en el sector salud, estableciendo un nuevo paradigma en la gestión sanitaria que podría revolucionar el sistema de salud argentino en su conjunto.