En la Terminal de Salta, un operativo antidrogas dejó más preguntas que respuestas. Mientras un colectivo con destino a Tucumán estaba por partir, un pasajero misterioso soltó la célebre frase: "Voy al baño y vuelvo". Lo curioso es que, en lugar de regresar, desapareció como si fuera parte de un truco de magia barato, dejando atrás dos maletas repletas de "paquetes blancos". Sí, esos paquetes que las autoridades sospechan que contenían cocaína.
Las valijas, encontradas "abandonadas" en plena terminal, fueron inspeccionadas minuciosamente por la Policía. Dentro, el hallazgo dejó boquiabiertos a los oficiales: 30 paquetes de lo que parece ser cocaína. A pesar de la rapidez del operativo, el presunto dueño de las maletas ya había pasado a la lista de los grandes escapistas, dejando a la Policía con las manos llenas… de evidencia, pero sin culpables.
El comisario a cargo aseguró que las investigaciones siguen en marcha para dar con el astuto pasajero y esclarecer el origen de las maletas. Por ahora, los oficiales revisan cámaras de seguridad para identificar al sospechoso. Mientras tanto, los pasajeros del colectivo tuvieron que armarse de paciencia y aguardar el desenlace del show policial. Finalmente, el viaje a Tucumán continuó, aunque con una buena dosis de anécdotas para contar.
Y así, una escena digna de una novela policial quedó como testimonio de un día más en la Terminal de Salta. Una terminal que no solo conecta destinos, sino que también alberga historias donde el baño se convierte en un portal hacia lo desconocido.