Enzo Solorza, un joven salteño con una fuerza inquebrantable, recibió su última quimioterapia este martes en el Hospital San Bernardo, tras cinco años de luchar contra un linfoma. “Hola, soy Enzo. ¿Te acordás de mí? Mañana me dan el alta”, escribió con emoción. Su mensaje se volvió viral y despertó una ola de cariño en toda la ciudad.
Desde 2019, su vida cambió por completo: tratamientos duros, pérdidas de compañeros de lucha y hasta la escasez de medicamentos durante la pandemia. “Perdimos mucho en la quimio. Es algo que duele mucho. No hace falta salir de Salta para ver el sufrimiento”, confesó con dolor. Pero siempre siguió adelante.
A pesar de todo, Enzo nunca perdió la fe. Ahora debe viajar a Buenos Aires para un estudio PET que confirmará si el cáncer está totalmente en remisión. El estudio cuesta 2 millones de pesos, por lo que organiza rifas, peñas y ofrece cortes de pelo para juntar fondos. “Trabajo de lo que sea. La gente siempre me ayudó y sé que no me va a dejar solo ahora”, dice con gratitud.
El Hospital San Bernardo se convirtió en su segundo hogar. “Los médicos, enfermeros y pacientes son como mi familia. Me acompañaron siempre”, contó. Su historia está marcada por la solidaridad: abrazos sinceros, lágrimas compartidas y una comunidad que nunca lo soltó la mano.
Su mayor deseo es volver a la normalidad y abrazar la vida. “Pienso en recibir la última quimio y que todo salga bien. Después, volver a vivir. Nunca me voy a olvidar de los que sufrieron conmigo”, expresó. Su historia es un llamado al amor, a la lucha colectiva y a no bajar los brazos jamás.