El caso de María Cash, que conmocionó al país hace 13 años, ha dado un nuevo giro con la reciente detención de Héctor Romero, un camionero de 71 años, quien fue imputado por homicidio calificado con alevosía. La jueza Mariela Giménez, tras considerar la situación médica del acusado, quien padece cáncer de próstata, ha concedido la prisión domiciliaria a pesar de la oposición del fiscal Eduardo Villalba.
La identificación de Romero como sospechoso surgió a partir del testimonio de un baqueano, René Torres, quien aseguró haber visto a Cash subiendo al camión del acusado. Este testimonio cobró relevancia después de que se descartaron más de 400 falsos avistamientos de la diseñadora, permitiendo a los investigadores centrarse en esta nueva línea de investigación.
La comunidad de General Güemes ha mostrado su apoyo incondicional al acusado, organizando una marcha del silencio bajo el lema "Defendamos la inocencia de Héctor Romero". Los vecinos y amigos sostienen que no existen pruebas contundentes que respalden los cargos contra quien describe como un ciudadano respetable.
Durante el proceso judicial, Romero inicialmente se negó a declarar, pero posteriormente decidió hacerlo, proclamando su inocencia y afirmando que no era su costumbre recoger pasajeros en su ruta. Sin embargo, el fiscal Villalba ha cuestionado su comportamiento, señalando que su actitud corresponde más a la de una persona culpable.
El caso continúa generando debate sobre la importancia del debido proceso y la presunción de inocencia, mientras la familia Cash guarda respuestas sobre el destino de María después de más de una década de búsqueda incansable. La decisión de otorgar la prisión domiciliaria refleja el delicado equilibrio entre los derechos del acusado y la búsqueda de justicia.