Mientras en Santa Fe la tragedia golpea con la muerte de dos ciclistas atropellados por una camioneta, en Salta la situación parece ser una bomba de tiempo. Pelotones de "ciclistas" disfrazados para la ocasión han tomado la circunvalación los domingos, a pesar de que está prohibido circular por allí. ¿Deporte o irresponsabilidad? La pregunta queda flotando en el aire, junto al riesgo que representan.
Pero no se limitan a los domingos. Durante la semana, y aprovechando la luz del sol, estos "deportistas" se lanzan a la circunvalación, arriesgando sus vidas y, peor aún, poniendo en peligro a los salteños. ¿Qué pasará cuando un conductor, intentando evitarlos, termine en la cárcel por un accidente? La crónica de una muerte anunciada parece estar escrita, pero no será la del ciclista, sino la de algún inocente.
La situación en Salta es una muestra más de la falta de control y regulación. Mientras en Santa Fe la Justicia investiga un accidente fatal, aquí parece que nadie se preocupa por evitar que ocurra lo mismo. ¿Acaso se necesita una tragedia para que las autoridades actúen? La ironía es palpable: los ciclistas, en su afán de hacer deporte, podrían terminar siendo la causa de una desgracia mayor.
La pregunta es clara: ¿hasta cuándo se permitirá que estos "deportistas" pongan en riesgo la vida de los demás? La situación en Salta no es solo una falta de respeto a las normas, sino un peligro latente que podría terminar en una tragedia. ¿Será necesario que alguien pierda la vida para que se tomen medidas?
Mientras tanto, los salteños siguen atrapados entre las rejas de la prisión o de un accidente que intentan evitar. La crónica de una muerte anunciada sigue su curso, y parece que nadie está dispuesto a detenerla. ¿Quién será el próximo en caer? La respuesta, tristemente, parece estar en manos del destino.