Este domingo, un mensaje explosivo apareció en avenida Belgrano al 500: "Agustín me fuiste infiel". Pero no era una novela romántica ni un reclamo público de una pareja despechada. Era, nada más y nada menos, que una trampa cibernética camuflada en un código QR. Mientras algunos transeúntes dudaron, otros sacaron el celular con la rapidez de un paparazzi. Spoiler: era una estafa.
El QR delator y la lección de Sofía
Según la fiscal de Ciberdelitos, Sofía Cornejo, este engaño se llama "qrishing", el phishing de la era digital, donde los códigos QR actúan como cebos atractivos. "Los salteños tenemos que resistir la tentación de escanear todo lo que vemos, porque un segundo de curiosidad puede significar un virus en tu celular o una pérdida de datos confidenciales", explicó Cornejo con tono pedagógico.
El supuesto enlace prometía "fotos comprometedoras", pero al entrar te pedían un pago. Algunos vecinos reportaron haber visto a dos jóvenes pegando los carteles en plena luz del día, como si fueran artistas callejeros, pero de los peligrosos. Y claro, la moraleja aquí es clara: si ves un QR sospechoso, mejor sigue de largo, o acabarás más pobre y sin pruebas contra "Agustín".
Cuidado con las paradas del colectivo
No es la primera vez que aparecen estas estafas en Salta. Desde paradas de colectivo hasta postes del centro, los códigos están al acecho. “Es tentador sacar el celular, pero la mayoría de estas imágenes no son lo que parecen”, concluyó Cornejo. Así que, salteños, si ven un QR prometedor, mejor piensen dos veces antes de darle clic. Oh tres.
