El gobierno de Javier Milei ha implementado una significativa reestructuración en el sector público argentino, resultando en la desvinculación de más de 31.000 empleados estatales durante sus primeros diez meses de gestión. Esta información fue revelada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en un extenso informe presentado ante el Senado que contiene más de 1.100 respuestas sobre la gestión gubernamental.
El proceso de reducción de personal se dividió en dos grandes grupos: 20.026 desvinculaciones en la Administración Pública centralizada y descentralizada, y 11.200 en empresas y sociedades del Estado. La ANSES encabeza la lista de organismos más afectados con 1.122 bajas, seguida por la AFIP (ahora ARCA) con 776 y el CONICET con 644 desvinculaciones.
En el ámbito de las empresas estatales, el Correo Oficial experimentó la mayor reducción con 4.181 empleados menos, mientras que Aerolíneas Argentinas registró 1.552 bajas y AySA 1.240. El sector ferroviario también sufrió importantes recortes, sumando más de 1.700 desvinculaciones entre sus diferentes empresas.
Desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, se enfatizó que estas reducciones no constituyen despidos sino "no renovaciones de contratos" por tiempo determinado. El gobierno ha mantenido una política de evaluación trimestral de contratos, siguiendo su objetivo de optimizar las cuentas públicas.
Aunque inicialmente el presidente Milei había anunciado la posibilidad de 50.000 desvinculaciones adicionales, esta medida no se concretó debido a advertencias desde diversos ministerios sobre el riesgo de afectar su funcionamiento normal. Sin embargo, los sindicatos estatales mantienen su preocupación ante posibles nuevas reducciones al cierre del último trimestre del año.
