A partir del 1° de abril, los combustibles en Argentina tendrán un aumento promedio del 2%, impulsado por un ajuste del 1% de las petroleras y la actualización trimestral de impuestos. Este incremento sigue la política de paridad de importación, vinculada al precio internacional del crudo Brent y a la inflación local. Pese al impacto en los bolsillos, las empresas aseguran que la suba se mantendrá controlada.
El mercado de combustibles no levanta cabeza
en febrero 2025, las ventas de nafta y gasoil cayeron 4% interanual, marcando 15 meses consecutivos en rojo. Según Politikon Chaco, el despacho total fue de 1,3 millones de m³, con una distribución del 58% naftas y 42% gasoil. La baja refleja la reducción del consumo en un contexto económico complejo.
¿Qué viene? El sector monitorea de cerca el precio del Brent y la inflación, claves para futuros ajustes. Mientras tanto, el aumento impactará en transporte, logística y precios de bienes, presionando aún más a los consumidores. ¿Habrá más subas en el corto plazo? Expertos advierten que todo dependerá de la estabilidad macroeconómica.
