Tras la trágica muerte de Lucas Mercado en el hospital Miguel Ragone, la indignación de su familia y amigos no cede. Este miércoles, el centro de Salta fue testigo de una multitudinaria marcha en la que se exigió justicia. La fiscalía avanza con las investigaciones y suma testimonios clave de aquel fatídico 3 de enero, cuando el joven de 19 años quedó en una camilla sin recibir atención médica.
La falta de respuestas oficiales se ve agravada por un dato alarmante: las cámaras de seguridad en la puerta del hospital no funcionaban correctamente. El abogado querellante, Orfeo Maggio, reveló que se investiga si hubo un "apagón intencional". Sin embargo, sí hay imágenes que muestran el recorrido del patrullero que trasladó a Lucas desde la comisaría al Ragone, lo que podría aportar pruebas clave.
Lo más estremecedor es la declaración de una suboficial de alto rango, quien confesó lo que parece una cruel rutina: “Siempre pasa lo mismo, estamos cansados de que no nos atiendan en el Ragone”. Una frase que desnuda una realidad aterradora y que podría explicar por qué Lucas pasó entre 40 y 50 minutos en el hospital sin asistencia.
Según Maggio, el enfrentamiento entre ambas instituciones quedó en evidencia cuando la madre de Lucas, Valeria Mercado, escuchó cómo se reprochaban mutuamente la muerte del chico. “Es una responsabilidad compartida”, enfatizó el letrado, agregando que hasta el momento hay tres policías imputados.
Lucas fue trasladado de nuevo al Ragone cuando ya era tarde. Su madre fue llevada en otro móvil a la comisaría para denunciar que en el hospital no lo querían atender. Cuando finalmente le permitieron volver, su hijo estaba en una camilla, esposado y con golpes visibles. Poco después, se confirmó su muerte. ¿Hubo abuso de autoridad? ¿Negligencia médica? La indignación ya es un grito que resuena con fuerza en Salta.
