En pleno Día de Reyes, mientras muchos abrían regalos, en la Comisaría de Tartagal los barrotes también “recibían cariño”, pero con una lima. Cuatro presos, expertos en robos y resistencia a la autoridad, aprovecharon el horario de recreo para limar una reja, saltar la tapia y desaparecer como por arte de magia. Sí, leyeron bien: en pleno horario diurno y sin un camello en la escena.
Los artistas del escape: Franco Guaine, especialista en robos calificados; Renzo David Rojas, amante de los hurtos y la adrenalina de resistir a la autoridad; Diana Jonas Robledo, también fanático de los robos calificados; y Pablo Joel Villegas, una especie de “coleccionista” de causas pendientes. La cuadrilla escapó rumbo a la libertad (y, tal vez, a Bolivia), dejando en jaque a las autoridades que ahora patrullan rutas y caminos hacia Salvador Mazza, frontera caliente con Yacuiba.
Y ahora, ¿qué hacemos?
Las fuerzas de seguridad han intensificado operativos en la región y piden colaboración ciudadana. ¿El mensaje? Si ves algo raro, avisa. Mientras tanto, los vecinos extreman precauciones, no vaya a ser que “los reyes” decidan hacer alguna visita indeseada. El escape, digno de un guion de película, deja preguntas sobre la vigilancia y la seguridad en las comisarías.
Parece que Tartagal ahora es sinónimo de “limas mágicas”. Pero entre bromas, la realidad es seria: se trata de individuos peligrosos, y las autoridades no se toman este desliz a la ligera. La búsqueda continúa, aunque por ahora, los prófugos parecen haber sido más rápidos que Colapinto sobre la pista.