El caso de Pablo López, el concejal denunciado por extorsión sexual, no solo destapó un hecho penal gravísimo, sino que también dejó al descubierto cómo se construye poder en algunos espacios: con apellidos repetidos, pactos familiares y reciclaje de viejas prácticas.
Su padre, Raúl Fernando López, y su ex pareja y denunciante, Estela Méndez Valero, fueron electos convencionales municipales por La Libertad Avanza y tendrán que reformar la carta orgánica. ¿Seguirán en sus cargos tras el escándalo?
La causa penal por violencia de género y retención de sueldo ya generó la renuncia de López, su expulsión del partido y un sumario administrativo como docente. Pero la política salteña todavía no termina de reaccionar.