En la cárcel de Güemes se vive otro capítulo indignante de la realidad salteña. Tras los allanamientos realizados en el penal federal, la cúpula directiva –el director y el subdirector– fue apartada, y no por cuestiones administrativas precisamente. Varios celulares fueron secuestrados en lo que parece ser un festival de tecnología clandestina, con internos y agentes penitenciarios como protagonistas de este peculiar "emprendimiento".
Porque si algo faltaba en el penal de "mediase guridad" era esta novela judicial. Según fuentes judiciales, los dispositivos incautados están bajo peritaje para determinar el alcance de las comunicaciones ilegales y si incluían pedidos de delivery de libertad anticipada. Aunque los nombres de los involucrados se mantienen en secreto, todo apunta a una trama en la que algunos agentes olvidaron de qué lado de las rejas deberían estar.
No es la primera vez que el penal se "destaca" por sus incidentes. A principios del año 2024, el Señor del Fusil, un narco armado hasta los dientes, hizo su propia versión de "Escape Perfecto". Con un alicate y el Año Nuevo de aliado, Patricio Ruiz Díaz dejó en evidencia lo fácil que es ser "creativo" en una cárcel donde la seguridad parece un concepto flexible.
Mientras tanto, la causa sigue avanzando
Los apartamientos de los funcionarios son preventivos, pero los detalles que surjan de los celulares prometen más sorpresas. Si la seguridad del penal ya era tema de discusión, este escándalo reaviva los cuestionamientos sobre el sistema penitenciario y las grietas que parecen hacerle más competencia a los barrotes.
La seguridad media del penal parece más baja que la autoestima de sus directivos. Con un escándalo de esta magnitud recién comenzado el año, Güemes se consolida como el lugar donde el drama nunca descansa. Ahora, solo queda esperar los resultados judiciales y rogar que no haya un "nuevo episodio" en esta interminable saga.
