Hace dos semanas, una historia fuera de lo común conmocionó al Hospital Materno Infantil de Salta. Blanca, una niña de 9 años proveniente de La Merced, llegó al nosocomio tras una serie de episodios desconcertantes: fiebre, agresividad y comportamientos inexplicables. La medicina, a pesar de exhaustivos estudios, no encontraba respuestas. La desesperación de su familia los llevó a buscar ayuda espiritual, dando lugar a un hecho tan sorprendente como conmovedor.
Cuando la ciencia no alcanza
Blanca, antes una niña alegre y carismática, había cambiado drásticamente. Los médicos no hallaban rastros de infecciones ni enfermedades diagnosticables, pero los episodios continuaban: su voz cambiaba, entraba en trances, y su comportamiento desconcertaba tanto a su familia como al personal médico. Una profesional, observando la gravedad de la situación y la angustia de los padres, les sugirió algo poco convencional: buscar un exorcismo.
Un exorcismo en el hospital
Con autorización familiar, el padre Loyola Pinto, reconocido exorcista salteño, realizó el ritual en la habitación de la niña. Durante el exorcismo, Blanca dejó de convulsionar, su fiebre desapareció y recuperó la calma. Al día siguiente, su sonrisa volvió, retomó su apetito y comenzó a mostrarse como la niña que siempre fue. Su familia no encuentra palabras para describir el alivio y la gratitud tras este inesperado desenlace.
De regreso en La Merced, Blanca ha retomado su vida normal, cantando y alegrando a sus seres queridos como antes. Para su familia, el episodio quedó como una lección de fe y fortaleza. "No todo tiene explicación científica. Lo vivimos como una prueba de amor y esperanza", reflexionó su madre.
La experiencia de Blanca deja un mensaje profundo: a veces, la unión entre la fe, el amor y el esfuerzo humano puede superar cualquier adversidad. Su historia sigue inspirando a todos los que la escuchan, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, siempre puede brillar una luz. Fuente: El Tribuno