Mario Castro, un talentoso músico salteño de 27 años, emocionó hasta las lágrimas en el programa Buenas Noches Familia de Guido Kaczka. Nació sin brazos, pero eso nunca fue un límite: toca el violín y el bombo con sus pies, y su historia de superación llevó a que el público le donara más de 80 millones de pesos en vivo.
“Descubrí que la música era mi vida a los 5 años. A los 11 armé mi primer grupo y recién a los 18 me animé con el violín. Dios me dio la vida y tengo que vivirla feliz”, expresó Mario, acompañado de su hermano mayor. Su perseverancia lo llevó a subir videos a redes sociales hasta lograr llegar al famoso programa.
Su presentación fue un viaje musical de más de 30 minutos que dejó sin palabras al público y al propio Kaczka. Chacareras, Palito Ortega, Spinetta, un dueto con su abuelo y un cierre emocionante junto a sus padres, también músicos, marcaron una noche única.
La emoción creció cuando la cifra de donaciones comenzó a subir sin parar: “23 millones… 500 mil… 4 mil más… ¡Esto es increíble!”, exclamó Guido. La solidaridad llegó desde aportes pequeños de $1, $10, $100, pero que, sumados, hicieron una diferencia monumental.
“Cada marca en este piso es una historia. Son los artistas dejando su huella”, dijo Kaczka, señalando las rayaduras que dejó el zapateo de Mario, símbolo de una noche que quedará grabada en la memoria de todos.
Mario, con su talento y sonrisa, recordó al país que no existen barreras cuando la pasión es más fuerte que las limitaciones. Su victoria no solo fue económica, sino también un mensaje de esperanza y amor por la vida.
