El gobernador salteño Gustavo Sáenz y su equipo quedaron atrapados en Rivadavia tras una inspección en comunidades afectadas por el desborde del río Bermejo. Mientras entregaban ayuda humanitaria, la súbita crecida los dejó incomunicados, evidenciando la gravedad de la emergencia en el norte provincial.
Más de 500 familias afectadas por las intensas lluvias que provocaron el colapso del cauce, según reportes oficiales. Las localidades de Rivadavia Banda Norte y Sur son las más golpeadas, con viviendas inundadas y caminos cortados. "La situación es crítica; no podemos salir", declaró un miembro del equipo atrapado.
Expertos advierten que la crisis podría escalar si persisten las precipitaciones. Defensa Civil trabaja contra reloj para evacuar a los damnificados y distribuir suministros, pero la falta de acceso complica las operaciones. "Urge reforzar las defensas fluviales", exigieron líderes locales.
