Ayer, cerca de las 2 de la tarde, el estacionamiento del Chango Más de Barrio Castañares se convirtió en el escenario de una hazaña digna de película de acción. Un conductor, cuya edad sugiere que ya superó la etapa de las "picadas de autos", decidió que las leyes de la física eran solo una sugerencia. Perdió el control de su automóvil y, lo dejó colgando del alambrado y los postes que rodean el supermercado. Afortunadamente, la barrera hizo su trabajo mejor que un guardia de seguridad, evitando que el vehículo siguiera su viaje. El hombre salió ileso, pero con el susto suficiente como para reconsiderar sus habilidades al volante.
