Don Benito, un anciano de 89 años, se convierte en símbolo de lucha en Orán. A pesar del frío, la lluvia o el sol inclemente, pasa sus días vendiendo frutas y verduras frente al Colegio Bachiller. Su pensión mínima no cubre sus necesidades básicas, obligándolo a trabajar sin descanso.
Mientras algunos disfrutan su retiro, él lucha por sobrevivir. Vecinos lo ven en la esquina de Bustamante y O’Higgins, esperando clientes que le ayuden a llegar a fin de mes. La historia de este abuelo salteño revela la cruda realidad de miles de adultos mayores en Argentina, abandonados por un sistema que no garantiza su bienestar.