El equipo argentino de matemáticas ha demostrado su valía en las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas celebradas en Bath, Inglaterra, logrando una destacada actuación a pesar de los obstáculos financieros. Los seis estudiantes, que estuvieron a punto de perderse el certamen por falta de apoyo estatal, consiguieron una medalla de plata, tres de bronce y una mención de honor, compitiendo contra 609 alumnos de 108 países.

 La situación se tornó crítica cuando, por primera vez en décadas, el Senado argentino no proporcionó los fondos necesarios para el viaje del equipo. La vicepresidenta Victoria Villarruel respondió a las solicitudes de ayuda con un escueto "no hay plata", dejando a los jóvenes talentos sin el respaldo gubernamental que históricamente habían recibido.

Ante esta negativa, la comunidad matemática argentina no se dio por vencida. La Olimpíada Matemática Argentina lanzó una colecta que recibió una gran respuesta del público, permitiendo que los seis estudiantes y dos docentes pudieran viajar a Inglaterra para participar en el prestigioso evento.

Entre los destacados, Felipe Klir del Instituto Libre de Segunda Enseñanza de Buenos Aires obtuvo la medalla de plata, mientras que Matías Álvarez Oviedo, Emiliano Sosa, Ignacio Javier Naguil y Uriel Isaac Digestani se alzaron con las medallas de bronce. Lola Muriel Ruffolo recibió una mención de honor, completando así la exitosa participación argentina.

 Patricia Fauring, responsable del equipo argentino y ganadora del premio internacional Paul Erdős, resaltó la importancia de estas olimpiadas para detectar y desarrollar talentos matemáticos desde temprana edad. Señaló que muchos medallistas de Fields, considerados el equivalente al Premio Nobel en Matemáticas, comenzaron su trayectoria en estas competencias, subrayando el valor de estos eventos para el futuro científico del país.