El gobierno de Donald Trump anunció este viernes sanciones contra la expresidenta argentina Cristina Kirchner y el exministro Julio De Vido, prohibiéndoles el ingreso a Estados Unidos. La medida, anunciada por el secretario de Estado, Marco Rubio, también incluye a los hijos de Kirchner, Máximo y Florencia, y a la esposa de De Vido, Alessandra Minnicelli. Ambos son acusados de "orquestar y beneficiarse de esquemas de sobornos en contratos de obras públicas".
Según el Departamento de Estado, Kirchner y De Vido "abusaron de sus cargos para desfalcar millones de dólares al gobierno argentino". El comunicado destaca que "múltiples tribunales los han condenado por corrupción, socavando la confianza del pueblo argentino y de los inversores en el futuro del país". Esta es la primera vez que Estados Unidos sanciona a figuras clave del kirchnerismo.
Las sanciones se aplicaron bajo la Sección 7031(c) de la Ley de Asignaciones para Operaciones Extranjeras de 2024, que permite restringir el ingreso a funcionarios extranjeros y sus familiares involucrados en corrupción o violaciones de derechos humanos. Marco Rubio, conocido por su postura dura contra el kirchnerismo, había impulsado medidas similares en 2022, pero no prosperaron bajo la administración de Biden.
El presidente argentino, Javier Milei, compartió el comunicado en sus redes sociales con el mensaje "Che Cristina", en referencia a la expresión que la exmandataria usa frecuentemente. Estados Unidos aseguró que "continuará promoviendo la rendición de cuentas para quienes abusen del poder público". Expertos advierten que estas sanciones podrían tener repercusiones políticas y económicas en Argentina.
Esta decisión marca un precedente en la lucha global contra la corrupción y refuerza el mensaje de que nadie, ni siquiera en los más altos niveles de gobierno, está por encima de la ley.
