En el mundo de la política argentina, donde las alianzas son más volátiles que el precio del dólar blue, La Libertad Avanza (LLA) decidió subir la apuesta. Tras las críticas de Mauricio Macri por el "criptogate", los libertarios no solo cerraron filas, sino que lanzaron un ultimátum digno de una película de espías: "rendición absoluta" para cualquier dirigente del PRO que quiera unirse a sus filas.
"Sin condiciones, sin medias tintas y con el coordinador de LLA como juez y parte", así describieron las reglas del juego desde las usinas libertarias. Mientras Macri intenta recuperar protagonismo, los seguidores de Karina Milei aseguran que no habrá mesas conjuntas ni acuerdos de caballeros. "LLA va solo a las elecciones", sentenciaron, dejando claro que no están para juegos políticos.
Pero no todo es estrategia electoral; también hay espacio para la ironía. Desde LLA no dudaron en recordar los "méritos" de Macri: "Es el mismo presidente que nos prometió el mejor equipo de los últimos 50 años y nos dejó en la lona en tres años". Con este tipo de comentarios, queda claro que las heridas del pasado siguen abiertas, y que el "criptogate" no hará más que añadir leña al fuego.
Mientras Macri pide investigaciones y habla de un "Presidente descuidado", los libertarios se ríen y siguen adelante. Para ellos, el exmandatario ya no suma, y su influencia en las tratativas políticas es, según sus palabras, "nula". Así, el tablero político argentino sigue moviéndose, pero con reglas cada vez más claras: en LLA, o te rindes, o te quedas fuera.