El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó su visita a Cristina Kirchner durante su viaje a Argentina en la primera semana de julio. El encuentro, gestionado por el diputado Paulo Pimenta, busca reforzar el apoyo internacional a la expresidenta, quien enfrenta una condena judicial. Lula llegará entre el 2 y 3 de julio para la cumbre del Mercosur, pero su prioridad será transmitirle "cariño y solidaridad" a su aliada política.
"Es una red de apoyo internacional", declaró Pimenta en AM 750, destacando los lazos históricos entre ambos líderes. El diputado viajó a Buenos Aires para participar en las movilizaciones en Plaza de Mayo, donde miles exigieron el fin de la proscripción contra Cristina. La visita de Lula requerirá autorización judicial, ya que la exmandataria cumple arresto domiciliario en su departamento.
La situación evoca el pasado de Lula, quien también fue encarcelado antes de su triunfo electoral en 2022. "Pocos creían que Lula saldría de prisión y llegaría a la presidencia", recordó Pimenta, insistiendo en que la movilización social y el respaldo global fueron clave. Ahora, buscan replicar esa estrategia con Cristina, en un claro mensaje contra lo que consideran "persecución política".
El gesto refuerza la alianza entre el PT y el kirchnerismo, dos fuerzas que han enfrentado procesos judiciales similares. Pimenta resaltó el apoyo argentino durante el encarcelamiento de Lula y afirmó: "Cada gesto de solidaridad nos inspiró. Hoy estamos aquí para devolver ese apoyo". La cumbre del Mercosur servirá de marco, pero el verdadero foco será el encuentro entre ambos líderes.
"El objetivo es ver a Cristina libre", sentenció Pimenta. Con Lula y otros líderes progresistas respaldándola, la presión internacional crece.
